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Seguro que conoces o incluso eres de los que temen darse cuenta de que abordará un avión equipado con motores turbohélice. Si el miedo es aún mayor, volar en un avión equipado con motores de pistón puede incluso estar fuera de discusión.
A pesar de las reservas de cada pasajero, totalmente comprensibles dada la inmensidad de tipos y modelos de aeronaves que vuelan hoy en día, el principal pilar de la aviación ejecutiva es la seguridad de los vuelos. En este sentido, a pesar de que el sentido común trata a las aeronaves más pequeñas como potencialmente inseguras o más frágiles, lo que vemos en la práctica es exactamente lo contrario: las aeronaves más pequeñas son generalmente muy robustas y confiables para las operaciones más desafiantes.
Prueba de ello es que pistas no pavimentadas, pequeños aeropuertos e incluso lugares remotos en el interior de Brasil solo pueden ser alcanzados por modelos específicos — como el Piper Seneca V, el Cessna C208 Grand Caravan o el Pilatus PC-12, disponibles para ti aquí en Flapper.
Cada motor aeronáutico se construye y diseña según las características de cada operación y, sobre todo, de cada aeronave. ¿Vamos a conocer los principales tipos de motores y sus características?
Motor de Pistones
Entre los motores aeronáuticos, es el modelo más sencillo, además de ser uno de los más fiables y robustos. Tiene una estructura de funcionamiento simple, siendo similar al funcionamiento de los motores de automóviles. Tanto es así que en algunos de los libros que utilizan los pilotos en su formación teórica se comparan los motores Volkswagen Beetle con los motores de pistón de los aviones, dada su similitud, incluso facilidad de mantenimiento y reparabilidad en un mayor número de talleres acreditados y mayor disponibilidad de mano de obra cualificada en el área de mantenimiento.
Los motores de pistón se pueden encontrar desde aviones básicos de entrenamiento de pilotos, como el CAP-4 “Paulistinha”, el Cessna C152, o incluso en modelos de aviones muy utilizados en la aviación ejecutiva, como el Beechcraft Baron, Piper Seneca (I, II, III, IV y V) o Piper Malibu.
Turbohélices y Motores Jet
Aunque no lo parezca, los motores jet y los motores turbohélice se pueden colocar en la misma categoría: los motores a reacción. Esto se debe a que, aunque externamente las similitudes son muy pocas, internamente —en sus sistemas y en sus estructuras de funcionamiento— estos dos tipos de motores tienen el mismo principio de funcionamiento y, en consecuencia, varias similitudes en sus características.
Turbohélices
Ciertamente, la mayor diferencia entre estos dos tipos de motores a reacción es la que más se destaca a la vista: en los motores turbohélice, las palas grandes, ¡a veces más altas que el propio avión! — están acoplados a su propio eje. Esta característica permite generar una gran tracción, facilitando la operación en pistas cortas tanto para el despegue como para el aterrizaje, cuando la mayor tracción se traduce en una gran efectividad del “reverse pitch”, cuando se cambia el ángulo de pala a frenado mecánico ayuda a los propios frenos de la aeronave.
Si comparamos los motores turbohélice en cuanto al mayor torque que producen, lo podemos equiparar a un coche con motor turbo, donde el torque máximo se alcanza a un régimen de revoluciones muy inferior al de los motores atmosféricos.
Además, en caso de avería del motor, el ajuste del paso es fundamental para que se mande el llamado “paso de bandera”. Esto debe hacerse porque, como las palas son bastante grandes y representan una gran área de arrastre cuando no están en funcionamiento, la aeronave debe estar aerodinámicamente limpia, lo que facilita la controlabilidad de la aeronave en condiciones extremas.
Uno de los modelos de motores turbohélice más consolidados y fiables del mercado es el Pratt & Wittney PT-6.
Motor A Jet – Turbofán
Los motores turbofanes, aunque tienen un principio de funcionamiento similar a los motores turbohélice, funcionan de forma opuesta: mientras que en el turbohélice la fuerza empuja al avión hacia delante, en el turbohélice el aire empujado hacia atrás genera fuerza en sentido contrario, generando el movimiento del avión en tierra o su aceleración en vuelo.
La gran ventaja de los motores turbofán es la conservación de su eficiencia a altas velocidades, a diferencia de los motores turbohélice. Si volvemos a utilizar la comparación con el coche, como se ha hecho anteriormente, tendríamos dos situaciones: un coche turbo con excelente arranque en primera con rotaciones, pero con poca eficiencia a mayores velocidades y rotaciones (turbohélice) y un coche con un motor de aspiración natural, con arranques menos vigorosos, pero con gran potencial para desarrollar fuerza y velocidad en rotaciones más altas.
Además, los motores turbofanes tienen como principal característica la gran necesidad de caudal de aire para que su funcionamiento se produzca al máximo. Esto es necesario para que el aire aspirado por el motor sea admitido por las enormes toberas de entrada de aire, comprimido poco después de la ingesta por los compresores, arda en la cámara de combustión, sea acelerado en la turbina y, finalmente, expulsado. Todas estas fases, en conjunto, son las encargadas de dar potencia al motor turbofán.
Generalmente, las aeronaves equipadas con motores a jet necesitan una mayor infraestructura aeroportuaria para operar con seguridad, especialmente en cuanto a la longitud de la pista para el aterrizaje, especialmente para el despegue. Otro factor crucial para determinar qué aeronave es la más adecuada es el consumo de combustible: el consumo por hora de JET-A1 y/o queroseno de aviación (QAV) puede ser, en algunas aeronaves, el doble en comparación con los motores turbohélice.
Conocer estas diferencias básicas entre cada tipo lo hace aún más fácil, ¡y también más fluido! — elije el avión adecuado para cada tipo de vuelo y viaja aún más tranquilo. Flapper cuenta en su cartera con aeronaves de operadores acreditados por el RBAC 135, lo que garantiza aún más seguridad y confiabilidad a las operaciones en Brasil. Para países extranjeros, todos los operadores son aprobados por las autoridades aeronáuticas locales, bajo estrictos criterios de calidad. Todo ello para que puedas volar con total seguridad y tranquilidad en cualquier tipo de aeronave.
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