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A pesar de todos los males que ha traído consigo la pandemia del nuevo Coronavirus, causando enormes dificultades al ya de por sí sensible sector de la aviación civil, hemos visto continuamente cómo la aviación ejecutiva avanza en la mejora de sus prácticas y, en consecuencia, en brindar mayor comodidad y seguridad a sus usuarios y, por supuesto, beneficios para todo el sector.
Con la llegada de mejoras ambientales diseñadas para esta y las próximas generaciones, además de los compromisos firmados entre varias naciones encaminados a la reducción constante del impacto ambiental derivado del uso de combustibles fósiles, se ha convertido en un factor clave para fabricantes y operadores, especialmente en aviación ejecutiva y en taxis aéreos.
Los aviones ejecutivos fueron, hasta mediados de la década pasada, responsables del 0,1% de las emisiones totales de carbono en todos los vuelos realizados alrededor del mundo. Sin embargo, incluso si el nivel de emisión es bajo si consideramos las emisiones de la aviación regular, que tiene la mayoría de las salidas diarias, las emisiones de carbono por pasajero dentro de la aviación ejecutiva pueden ser hasta un 20% más altas en comparación con lo que emiten los pasajeros en grandes aviones comerciales.
Combustibles: Muy Necesarios y Provenientes de Muchas Fuentes
Jets ejecutivos de última generación, con autonomía para vuelos transcontinentales, ya se pueden ver utilizando combustibles renovables y no fósiles. Este es el caso de toda la gama de jets Gulfstream, desde el modelo de “entrada” del fabricante, el G280, hasta lo que se considera lo último en jets comerciales de largo alcance, el G650 Extended Range. El proyecto que hizo posible el uso de energía renovable en estos aviones es el resultado de una cooperación entre la propia Gulfstream Aerospace y World Energy, con sede en Boston. Las soluciones encontradas para la producción de combustible que vuela alrededor del mundo en las alas (¡y en los estanques!) de los aviones tienen en cuenta la combinación de diferentes aceites, que luego de un riguroso proceso de refinación y procesamiento se convierten en, finalmente, una fuente de combustible. Además, los desechos animales y los aceites de los restaurantes y la enorme cadena de suministro de alimentos dentro de los Estados Unidos también se utilizan en la producción de combustibles de aviación renovables.
En Brasil, según el director general de Boeing Brasil, Landon Loomis, estudios realizados por la propia Boeing indican que nuestro país tiene la capacidad y los suministros para la producción anual y a gran escala de al menos 9 mil millones de litros de combustible de aviación sostenible. Este expresivo número representa, considerando el número de vuelos previos a la pandemia, el 125% del consumo anual de combustible fósil en la aviación brasileña, considerando todos sus sectores — aviación regular (líneas aéreas), aviación ejecutiva (aviones y helicópteros), aviación militar y agrícola.
Compensación de Carbono y Créditos de Carbono: ¿Qué Significa en la Práctica?
Durante el proceso gradual dirigido a la reducción total de las emisiones de carbono, la compensación de carbono se ha convertido en una práctica recurrente dentro de la aviación civil, a través de prácticas adoptadas por las empresas y también a través de la adquisición o venta de créditos de carbono.
En la práctica, la compensación de carbono es un esfuerzo conjunto entre países, organizaciones y empresas que tiene como objetivo reemplazar el dióxido de carbono absorbido a lo largo de los años en la atmósfera, así como anticipar el gas que aún se absorberá. Esta medida, además de mitigar los efectos nocivos pasados y futuros sobre el medio ambiente, reduce los impactos ambientales (como un cambio climático significativo, por ejemplo) y promueve la sostenibilidad.
Para que ocurra la compensación, los países, organizaciones y empresas capaces de reducir sus emisiones a niveles satisfactorios obtienen créditos y certificaciones, que avalan sus esfuerzos en la búsqueda de la sustentabilidad. Por otro lado, quienes incumplen las metas impuestas de reducción de emisiones adquieren créditos de quienes las cumplieron, generando una compensación.
Flapper: Sostenibilidad Pionera en la Aviación Ejecutiva
Buscando colaborar activamente en los esfuerzos por la remisión total de las emisiones de carbono, Flapper se destaca una vez más por ser pionera en estas soluciones. Además de consolidarse como la plataforma líder en América Latina en aviación a pedido, Flapper busca cada vez más cumplir con las prácticas de sustentabilidad más adecuadas en la aviación, comprometiéndose con cero emisiones de carbono al 2030 y expresando aún más todas las características innovadoras presentes en el ADN de la empresa.
En este sentido, el 25 de enero de 2022, Flapper firmó una LOI (Carta de Intención) con Jaunt Air Mobility, empresa aeroespacial con sede en Texas, EE. UU., para la compra de 25 aeronaves de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL). Los aviones son 100% eléctricos, alimentados por baterías y completamente independientes del uso de combustibles no renovables. Las aeronaves atenderán los mercados más importantes de América Latina, incluidos Ciudad de México, Santiago de Chile, Bogotá, Río de Janeiro y São Paulo.
Jaunt Air Mobility se une a las otras alianzas firmadas por Flapper en los últimos meses, como Embraer, responsable del proyecto eVTOL Eve, además de Electra y MagniX.
A finales de la década tú, nuestro cliente, podrás disfrutar de toda la modernidad que te ofrecen las nuevas aeronaves disponibles en Flapper. Con esto, además de viajar aún más rápido y de forma más exclusiva, ¡estarás colaborando activamente para que despeguen a diario vuelos aún más sostenibles!